Mirando al Este, decimos:
"....Poderes del Este,
espíritus del aire,
abrid nuestra mente para todo bien,
llenad nuestros pulmones
y cuidad nuestro pensamiento.
Ayudadnos a comprender
nuestro lugar en el círculo,
en el que ponemos un lugar a vuestra disposición."
Miramos al Sur y decimos:
"Poderes del Sur,
espíritus del fuego,
inspiradnos para hallar
nuestro propio renacimiento
y prended en nuestro ser la chispa de la vida.
Ayudadnos a experimentar la pasión de vivir
y venid aquí para recordarnos
su lugar en nuestras vidas."
Nos giramos hacia el Oeste y decimos:
Poderes del Oeste,
espíritus del agua,
guiad nuestras raíces a la fuente de la vida,
para nutrir nuestra compasión.
Bañad nuestras heridas
para ayudar a sanar el mundo
por vuestro amor,
el cual también pedimos aquí
para la curación de nuestros corazones.
Y para terminar,
mirando hacia el Norte, decimos:
"Poderes del Norte,
espíritus de la tierra,
mantenednos a salvo
en los brazos de la Gran madre
y del Dios padre.
Sed firme en nuestra juventud,
y suave en nuestro envejecimiento.
Ayudadnos a encontrar la sabiduría en los Dioses,
a los que damos la bienvenida
aquí para guiar nuestros pasos
por el camino de la vida."
Situándonos frente al altar
o mirando de nuevo al Este, proclamamos:
"Salve a los cuatro cuartos
y a los cuatro poderes,
os saludo y os doy la bienvenida
a este círculo de amor."
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