¡Oh Señor!
Cuantas son las gracias que necesitamos,
con toda verdad puede decirse
que nuestra necesidad es universal.
Ahora, Señor,
buscamos para con vuestra Divina Majestad,
intercesores que amáis sobremanera.
El Anima Sola,
tan empeñada en nuestro favor
como grata a vuestros ojos.
De lo profundo de su cárcel
os presenta nuestra indigencia
pidiéndoos las gracias necesarias
para remediarla.
Miradnos, pues,
con ojos de misericordia
y atened el ruego de vuestra sierva,
y Vos, ¡Oh Anima Sola!
la mas abandonada,
la mas olvidada en los campos santos,
alcanzadme de la Divina Misericordia,
el remedio de esta necesidad que me aflige:
(hacer la petición)
Yo seré vuestro devoto
pidiendo a Dios en mis oraciones,
que se apiade de vos
con su infinita misericordia,
y os libere de vuestro continuo tormento.
Una vez conseguida la petición que os hago,
prometo difundir vuestros favores,
para que cada vez sean mas
las oraciones que recibáis,
y mayor la intercesión ante Dios,
para obtener vuestra liberación del Purgatorio.
Así sea, Amen Jesús.
Rezar el Credo.
Rezar el Credo.
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