En el nombre de la presencia de Dios,
“Divino y Real Ser”,
invoco a los Ángeles de la curación,
al quinto rayo de Dios,
para que llene mi cuerpo
(o de otra persona que queramos ayudar)
con la esencia de la curación,
hasta que su causa y núcleo,
creada por mi mismo
(o el nombre de la otra persona)
o por la humanidad,
sean remplazado mediante la llama de la curación, reconstruyendo cada célula y órgano de mi cuerpo
hasta la salud perfecta.
Que así sea amado Divino y Real Ser.
Rezar el Credo, Padrenuestro y Gloria.
Rezar el Credo, Padrenuestro y Gloria.
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